Sentencia Civil Nº 102/2005, Audiencia Provincial de Salamanca, Sección 1, Rec 95/2005 de 07 de Marzo de 2005

Desestima la Sala el recurso de apelación interpuesto, toda vez que en el caso enjuiciado, como pone de relieve la parte apelada, al oponerse al recurso, realmente estamos ante un deudor que no quiere pagar el importe de las obras que le fueron realizadas, negando su legitimación pasiva como persona física (tiene bienes inmuebles), pretendiendo que la obligación correrá a cargo de una sociedad unipersonal de la que es socio único, sociedad que no tiene bienes inmuebles; el recurrente es quien firmó los pagarés que se ejecutan en el presente juicio, y los suscribió sin hacer constar que lo hacía a nombre de otro estando autorizado y sin expresar en la antefirma tal circunstancia, por lo que responde personalmente conforme a los arts. 9, 96 y 97 LCCh. Como entiende la resolución impugnada, la confusión entre la persona física y la jurídica unipersonal, de la que es el único socio y administrador, es evidente e induce a confusión a aquéllos con los que contrata, por lo que ha de ser él quien exprese claramente y sin ninguna duda en qué concepto está actuando, debiendo, en su caso, sufrir las consecuencias perjudiciales de la confusión que provoca, conforme a la doctrina de la "buena fe"," buen y ordenado comerciante" y "levantamiento del velo".