Sentencia Civil Nº 372/2003, Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, Rec 2689/1997 de 07 de Abril de 2003

El TS estima el rec. de casación interpuesto por la demandada en el sentido de desestimar la demanda formulada por la Mutua actora absolviendo de la misma a la recurrente. La Mutua actora ejercitó una acción de responsabilidad contractual frente a la demandada Abogada y su aseguradora, y frente al Procurador y su aseguradora, y ello por no atender estos dos profesionales su obligaciones de presentación de escritos de personación de recursos. Sólo la Abogado recurrió la sentencia de apelación. Hay que decir que la calificación jurídica del contrato entre Abogado y cliente se deriva de un contrato de prestación de servicios, con obligación de llevar la dirección técnica del proceso, siendo una obligación de medios y no de resultado. Y la calificación de la relación entre Procurador y cliente se deriva del contrato de mandato representativo. El Abogado no tiene la obligación de hacer el escrito de personación, ni dar instrucciones, ni de firmarlo, ya que debe hacerlo el Procurador, conociéndose normalmente como "escrito de cajón". Por ello no hay incumplimiento en las obligaciones de la demandada recurrente, ni falta de diligencia por un escrito que no debía hacer.