Sentencia Civil Nº 823/2003, Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, Rec 3914/1997 de 28 de Julio de 2003

El TS desestima el rec. interpuesto por la actora. El tema es si procede una indemnización a favor de la actora por la conducta negligente del Procurador que ostentaba su representación procesal en una tercería de dominio, y cuya omisión dio lugar a que se declarara desierto el rec. de casación que por ello no llegó a interponerse ante este Tribunal. Por regla general, la jurisprudencia ha reconocido la indemnización del daño moral, y por daño material, permitiendo tomar en cuenta para su fijación la doctrina de la posibilidad de éxito del recurso frustrado. Referido a la perdida de oportunidades procesales y la indemnización del daño moral, ocurre que ninguno de dichos conceptos, o daños y perjuicios se postularon en la demanda, en ella se solicitó indemnización por el valor de los bienes reclamados, los bienes embargados en el ejecutivo, cuya traba se pretendía alzar mediante la tercería de dominio. Nada se dice sobre los honorarios del Procurador. La delimitación conceptual y cuantitativa de la demanda resulta trascendente para la determinación del objeto del proceso y los términos del debate. En cuanto al daño material, existe falta de razón de la actora. No resultaron desvirtuadas las alegaciones de la parte recurrente relativas a la existencia de una separación de hecho entre demandante y su cónyuge que priva al bien embargado del carácter de ganancial, y a la doctrina jurisprudencial sobre la existencia "in re ipsa", cuando se deduzca necesaria y fatalmente, del daño. Lo primero es una cuestión nueva a la cual le está vedada la casación. Además la posibilidad de éxito del recurso era prácticamente nula, la naturaleza casacional del recurso frustrado que reduce el ámbito de la "cognitio" judicial, por lo que no se produjo el daño en la perspectiva, única, en que se planteó en la demanda la exigencia de responsabilidad civil.