Sentencia Penal Nº 165, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 5261 de 24 de Noviembre de 2000

JUICIO DE FALTAS POR HOMICIDIO IMPRUDENTE El recurso se erige sobre tres alegaciones, relativas todas a errónea valoración de la prueba,  en primer lugar, por no tener en cuenta la admisión de responsabilidad que supone la puesta a disposición de los perjudicados de una suma para indemnizarlos, con relación a esto,  aparte de que el criterio que pueda tener la aseguradora sobre la existencia de responsabilidad penal del conductor asegurado, no equivale a un reconocimiento de culpa por parte de éste, sino que implica la aceptación, con la concurrencia de la conducta de la propia víctima, de responsabilidad civil.  Se interpone recurso también contra la prueba pericial a lo que hay que decir que es irrelevante que se tilde o no de inusual la aportación al acto del juicio de una prueba pericial como la de este caso por quien propone testigos pretendidamente presenciales, ya que es patente que se admitió y practicó de acuerdo con los principios que rigen el procedimiento penal, en cuanto a su valoración, no hay razón alguna para discrepar de la que se hizo tras recibirla con sujeción a los principios de oralidad, inmediación y contradicción; baste notar ahora que el único cuya presencia no se pone en cuestión negó a los instructores del atestado que hubiese otros testigos y que los propuestos por la parte apelante se contradicen al afirmar uno que el atropello ocurre cuando el peatón cruzaba y el otro cuando estaba parado. En definitiva no se demostró que el acusado haya actuado con culpa valorable como punible, pues el mero hecho de circular a velocidad algo superior a la reglamentaria constituye una infracción administrativa, pero no integra necesariamente el tipo objeto de acusación, como sucede en este caso, no ya por el comportamiento de la propia víctima, sino porque ni siquiera consta sin lugar a dudas que el respeto del aludido límite impediría la producción del percance.