Sentencia Penal Nº 256, Audiencia Provincial de Pontevedra, Rec 265 de 25 de Septiembre de 2000

Como único motivo de recurso se alega por quien fue condenado como autor de una falta de injurias leves la infracción del principio de presunción de inocencia al no ser válida la única prueba practicada en el juicio oral por no ser válida la declaración de la testigo que es amiga de la denunciante y que admitió haber presentado a su vez denuncia contra el hoy recurrente por lo que ha de considerarse que su motivación al declarar fue de odio, rencor o de obtener un beneficio económico. La simple amistad, que no se alega siquiera que sea íntima  no invalida la declaración como testigo pues como tal no se recoge en nuestro ordenamiento procesal. Tales circunstancias, sin embrago, han de llevar a observar un mayor cuidado a la hora de valorar la veracidad del testimonio; es por ello que el Juez que falló el asunto en primera instancia utiliza un hecho periférico admitido por el propio acusado como criterio de verosimilitud de los hechos declarados dando credibilidad a lo manifestado por la testigo, juicio que, por ser dado por aquel ante el que se practicó la prueba, ha de mantenerse en esta segunda instancia en la que se carece del principio de inmediación. Se desestima el recurso.