Sentencia Penal Nº 73/2003, Audiencia Provincial de Cuenca, Rec 61/2003 de 19 de Junio de 2003

La AP estima el recurso de apelación interpuesto por el recurrente, en su consecuencia, revoca la sentencia recurrida, y en su lugar, absuelve al recurrente de la acusación contra él formulada. Manifiesta la Sala que tiene dicho el TS que el delito de falsedad documental requiere la voluntad de alterar conscientemente la verdad por medio de una acción que requiere trastocar la realidad, convirtiendo en veraz lo que no es, y a la vez atacando la confianza que la sociedad tiene depositada en el valor de los documentos, se logren o no los fines perseguidos y que como quiera que la esencia del delito de falsedad no es ser un delito de engaño, sino un delito contra los medios de prueba documentales, preciso es que, con la formal falsedad, se haya producido o podido producir una efectiva lesión de las funciones que en el tráfico jurídico cumple el documento. Lo pretendido por denunciante y acusado fue la intermediación de éste para el aseguramiento agrario de fincas pertenecientes a aquélla, lo cual se consiguió hasta el punto de que el juicio ejecutivo promovido por el Banco contra la denunciante tenía como base la reclamación de la contraprestación correspondiente a la denunciante en el contrato de seguro efectivamente concertado. Es por ello que, como dice la última sentencia aludida del Tribunal Supremo, queda clara la incapacidad de las falsedades documentales realizadas para producir perjuicios, con lo que la aplicación en el presente caso de la doctrina jurisprudencial conduce a afirmar que no han determinado infracción de Ley alguna.