Sentencia Penal Nº 95, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 180 de 30 de Junio de 2000

JUICIO ORAL POR UN DELITO CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRAFICO El acusado fue detenido en un control preventivo de alcoholemia por una dotación de la Guardia Civil que procedió a someter al acusado a un examen etílico que arrojó unos resultados de 1,08 mgrs de alcohol por litro de aire espirado. El acusado presentaba síntomas diversos: agotamiento, cansancio, olor a alcohol, rostro sudoroso, ojos brillantes, pupilas algo dilatadas, habla pastosa, deambulación oscilante y expresión verbal con repetición de ideas o frases; por otro lado, comportamiento educado. Como primer motivo de apelación se denuncia la vulneración del derecho a la presunción de inocencia. Tal alegación debe ser rotundamente rechazada. No cabe oponer nada al valor probatorio del índice de alcoholemia, al haber sido realizadas las correspondientes pruebas con todas las formalidades necesarias para preservar el derecho de defensa. Ninguna duda se pone de manifiesto en el momento de la práctica de tales pruebas, ni sobre su exactitud, y, el propio acusado admite desde un primer momento haber ingerido alcohol, en una cantidad que concreta en cuatro cervezas. Concurre también como prueba de cargo hábil para destruir dicho principio constitucional la prueba testifical del agente de la Guardia Civil que realizó el control de alcoholemia al acusado, quien ratifica íntegramente lo reflejado en el atestado, haciendo hincapié en que los síntomas consignados responden a lo apreciado en aquel momento, e incluso explica que recuerda el caso concreto por el hecho de vivir cerca el conductor y los síntomas que daba. Sentado lo anterior, debe también rechazarse la existencia de una errónea valoración de la prueba, habida cuenta que ha quedado sobradamente constada la conducción del acusado bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Los índices de impregnación alcohólica en él detectados.