Sentencia Penal Nº 97, Audiencia Provincial de Pontevedra, Rec 80 de 15 de Septiembre de 2000

En definitiva, el pronunciamiento absolutorio de la sentencia la basa el Juzgador de instancia en el testimonio inculpatorio de la esposa denunciante, que, pese a su condición de víctima-ofendida, alcanza a tener consideración de prueba testifical, y que por aquél se estima creíble; valoración ésta que merece ser respetada en atención al principio de inmediación de que el Juez de Instrucción dispone en la práctica de dicho medio de prueba, máxime teniendo en cuenta la realidad objetiva de las lesiones padecidas por la denunciante, en cuanto dato corroborador de los malos tratos imputados al denunciado. Por lo que respecta a los cuotas de las penas de multa impuestas al denunciado, dada su pequeña cuantía (500 pesetas/diarias), próxima al mínimo legal establecido de 200 pesetas/día y muy distante del máximo de 50.000 pesetas, procede su mantenimiento aún cuando no se haya acreditado la situación económica del denunciado penado. En consecuencia, se impone la desestimación del recurso de apelación y la confirmación de la sentencia de instancia impugnada. Se desestima el recurso.