Sentencia Civil Nº 938/2004, Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, Sección 1, Rec 2626/1998 de 04 de Octubre de 2004

El Tribunal Supremo declara haber lugar al recurso de casación en materia de cumplimiento de contrato de compraventa; respecto a la alegación de que no se ha instado la cancelación del asiento contradictorio en el Registro de la Propiedad, la Sala rechaza tal argumento al recoger una copiosa jurisprudencia y, en especial, lo indicado en la sentencia de fecha 1 de diciembre de 1995 que señala que "superando una interpretación rigorista del precepto contenido en el párrafo segundo del art.38 de la Ley Hipotecaria, que exigía el ejercicio previo o, al menos coetáneo con la acción contradictoria del dominio inscrito, de la acción dirigida a obtener la anulación o cancelación de la inscripción registral se pasa a la actual, más acertada en el plano hermenéutico jurídico-social y flexibilizadora del tráfico jurídico, estableciendo que el hecho de haber ejercitado el actor una acción contradictoria del dominio que figura inscrito a nombre de otro en el Registro de la Propiedad, sin solicitar nominal y específicamente la nulidad o cancelación del asiento contradictorio, lleva claramente implícita esta petición y no puede ser causa de que se deniegue la formulada respecto a la titularidad dominical"; respecto a la condición supuestamente vulnerada por la sentencia recurrida de terceros hipotecarios, la Sala señala que salvo en algunos supuestos no estamos en presencia de supuestos de doble venta o de venta de cosa ajena, sino de mas ventas por quienes tenían poder de disposición sobre la cosa vendida, celebradas a través de sus mandatarios, no entrando en juego, por tanto, el principio de fe pública registral para contraponer la adquisición de los recurrentes a la de los citados demandados, en cuanto a los casos de venta de cosa ajena la Sala no otorga a los adquirentes la protección del art.34 de la Ley Hipotecaria, al estimar que no puede apreciarse la existencia de buena fe en ellos por su condición de copropietarios que no podían desconocer la discordancia entre la realidad registral y la extrarregistral.