Sentencia Penal Nº 100, Audiencia Provincial de Pontevedra, Rec 142 de 18 de Septiembre de 2000

El condenado recurre la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal alegando que ha habido un juicio equivocado en la valoración de la prueba para ello trae a colación contradicciones que dice apreciar en el testigo de cargo y perjudicado, Sr. M, y entre éste y el también testigo de cargo, Sr. I, a ello añade las reservas que le merece el reconocimiento fotográfico realizado en sede policial y la dudosa apreciación como prueba preconstituida de la diligencia de reconocimiento en rueda, pues al no existir constancia de las fotografías examinadas en aquél, ello viciaría el posterior reconocimiento judicial, lo que le lleva a considerar que se ha vulnerado el art. 24 CE, al no existir prueba de cargo bastante para enervar el derecho de presunción de inocencia. En el caso sometido a enjuiciamiento es incuestionable la existencia de pruebas de cargo que hacen necesariamente culpable al apelante de los hechos enjuiciados. En este sentido la sentencia impugnada va analizando los elementos probatorios que tuvo en cuenta para justificar el juicio de certeza alcanzado, así se refiere que tanto la víctima como el testigo que le acompañaba nunca expresaron ninguna duda en lo que respecta al reconocimiento del acusado, que era el que portaba el destornillador, aportando datos circunstanciales concordantes y coherentes verdaderamente relevantes e importantes en relación al hecho delictivo. Se desestima el recurso.