Sentencia Penal Nº 1058/2003, Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, Rec 1006/2002 de 28 de Julio de 2003

El TS desestima los recursos de casación interpuestos por los condenados en la sentencia recurrida por delito contra la salud pública. Manifiesta la Sala que el Tribunal sentenciador contó con prueba de cargo obtenida de acuerdo con el canon de legalidad constitucional y ordinaria exigido, estando constituida la misma, primordialmente por la declaración en el Plenario del coimputado que transportaba la droga unido a la efectiva ocupación de la misma. Se trata de una declaración en la que no hay rastro de animadversión, fue persistente, verosímil, y, además corroborada tanto por la ocupación de la droga como por la colaboración prestada por él que permitió identificar a los otros dos condenados y actuales recurrentes. A ello debe sumarse la declaración de los agentes policiales intervinientes en el operativo, uno de los acusados contactó con otro, cuyo teléfono se lo habían facilitado desde Colombia, y ésta advirtió a una empleada de la empresa que si llamaban preguntando por " Lázaro ", seudónimo del acusado en la operación, que dijera que no estaba, lo que declaró la citada empleada, y finalmente efectuado el contacto entre dos de los acusados, el contenido de la conversación fue inequívocamente dirigido por éste en orden a recibir el envío, anunciado la presencia de su hijo menor, estratagema que no es más que una técnica de despiste, ya que su hijo iba acompañado de otra persona mayor.