Sentencia Penal Nº 106, Audiencia Provincial de Pontevedra, Rec 1068 de 16 de Noviembre de 2000

PROCEDIMIENTO ABREVIADO POR AMENAZAS Resulta probado en primera instancia que el condenado profirió amenazas al denunciante, tras observar éste desperfectos en su vehículo y preguntarle al acusado si había sido él el que las había producido. Por lo que el juez de instancia condena al acusado como autor de una falta de amenazas. El recurrente basa su impugnación en la puesta en cuestión del testigo denunciante, a lo que hay que alegar que su credibilidad está acreditada por la valoración de la juzgadora de instancia, favorecida por la inmediación y no se advierte que la valoración de dicho testimonio sea irrazonable o arbitraria. Al contrario, cabría señalar que la versión proporcionada por el acusado no es verosímil, mientras que la narración que hace el denunciante sobre el modo de desarrollarse el incidente sí reviste notas de credibilidad. No puede despojarse la amenaza de entidad como para reducirla a la categoría de falta. Es decisiva a este respecto la utilización de un arma blanca. Respecto a su adicción a las drogas, no hay razón para rebajar la pena más allá de donde lo hizo la juzgadora de instancia, que rebajó la pena en un grado, no en dos porque no consta la gravedad del deterioro psíquico del acusado.