Sentencia Penal Nº 119, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 445 de 15 de Junio de 2000

Sometido a la prueba de impregnación alcohólica en aire espirado, la misma arrojó un resultado de 1,00 y 0,97 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. La intervención de los agentes obedeció a la colisión previa entre el vehículo indicado y otro, Ricardo, que previamente había consumido vino, presentaba notorio olor a alcohol en su aliento y deambulación titubeante, expresándose de forma incoherente e ilógica.Sintetizando la jurisprudencia, tanto del Tribunal supremo como del Constitucional, respecto al delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas del art. 379 del Código Penal, hay que sentar que no constituye un tipo meramente formal, y así, además de la constatación objetiva de un determinado índice de hemoconcentración de alcohol en sangre, acreditado mediante la utilización de un etilómetro homologado, y practicada dicha prueba con todas los requisitos y garantías legales exigidos por el art. 23 del Reglamento de la Ley de Seguridad vial de 17-1-1992; y su incorporación al juicio oral mediante la declaración de los agentes policiales que la practicaron, en salvaguarda de los principios de publicidad, inmediación y contradicción, el tipo penal mencionado exige también que el alcohol ingerido afecte a las condiciones psico-físicas del acusado, y, por lo tanto incida en la seguridad del tráfico, bien jurídico protegido. Se estima el recurso.