Sentencia Penal Nº 165, Audiencia Provincial de Ourense, Rec 229 de 22 de Noviembre de 2000

No ofrece duda, a la vista de las pruebas practicadas en juicio, la comisión por el inculpado del delito contra la seguridad del tráfico tipificado en el art. 379 del Código Penal. Su detención por la Guardia Civil se produjo, no en el curso de un control preventivo de alcoholemia, sino después de comprobar los agentes actuantes su circulación en zig-zag durante unos doscientos metros. El guardia civil que depuso en el plenario, sin limitarse a ratificar los síntomas reseñados en el atestado, refirió la conducción anómala causante de la detención, añadiendo que "era muy evidente que estaba bebido". Los elementos reseñados permiten concluir, con la Juzgadora a quo, que el acusado conducía con sus facultades significativamente alteradas y disminuidas, poniendo en peligro la seguridad del tráfico, no siendo obstáculo a tal conclusión el comportamiento educado o la expresión normal y habla clara también apreciadas por los actuantes, por tratarse de síntomas compatibles con la influencia alcohólica incapacitante para la conducción. La misma suerte debe correr la pretensión subsidiaria dirigida a la imposición de pena en su grado mínimo toda vez que la señalada en la sentencia apelada se razona en base al elevado índice de impregnación alcohólica y no se aducen razones concretas que llevan a estimar desproporcionado la sanción impuesta. Se desestima el recurso.