Sentencia Penal Nº 180, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 242 de 12 de Septiembre de 2000

No es preciso recoger en la relación de los hechos probados los síntomas no significativos, cuya observación, por lo demás, no excluye la realidad del influjo del alcohol ingerido en la aptitud psicofísica del conductor; cabe notar que esa influencia actúa, por decirlo gráficamente, de un modo traicionero, de forma que el sujeto afectado puede no percibir la alteración generada, salvo cuando su intensidad ya es muy notable; es sabido que una persona puede mantener un comportamiento tranquilo y educado, incluso aunque esté totalmente ebria. Así pues no hay error en la valoración de la prueba, ni, por consiguiente, indebida aplicación del artículo 379 del Código Penal.Dadas las circunstancias concurrentes (control preventivo, nivel de impregnación alcohólica detectado, no constancia de riesgo concreto, ausencia de antecedentes), procede imponer la pena privativa de derecho en su grado mínimo, sin que haya razón en cambio para reducir la cuota de la multa, muy próxima al límite legal inferior, ya que la conducta del apelante en la ocasión de autos es indicativa de capacidad económica suficiente para afrontarla.