Sentencia Penal Nº 55, Audiencia Provincial de Pontevedra, Rec 0046/98 de 24 de Marzo de 1998

El delito, y la falta también, de desobediencia exige un comportamiento en el autor más especifico que el mero incumplimiento del deber impuesto por la norma y aun del deber impuesto por una sentencia en la medida que ésta no es sino la determinación de la norma que se establece para regir las relaciones entre los sujetos del proceso en relación con un objeto determinado. La desobediencia, constituida por una conducta del agente desviada de esa norma, solamente alcanza relevancia penal cuando, más allá de la prescripción genérica, el autor es destinatario de una exigencia concreta para hacer o no hacer algo concreto, exigencia que, a medio de requerimiento, implica precisamente la determinación de aquella norma genérica hecha por la Autoridad o su agente, en relación con un comportamiento concreto y que actualiza la norma sin que pueda alegarse duda alguna sobre su vigencia y alcance. Solamente entonces el agente actúa desde la consciencia de que su acción o su omisión está ignorando el inequívoco mandato de la Autoridad y, con claro desprecio de  éste, hace hegemónica su voluntad frente a la de la Autoridad. Así la existencia de una orden judicial con el consiguiente requerimiento, seguido de una negativa sin ulterior repetición del mandato ni apercibimiento de clase alguna, no puede constituir el delito aquí examinado. Véanse las Sentencias de esta Sala de 19 diciembre 1983 (RJ 1983/6588), 20 enero 1986 (RJ 1986/154), 5 julio 1989 (RJ 1989/6089), 10 noviembre 1989 (RJ 1989/8605) y 10 julio 1992 (RJ 1992/6667), entre otras muchas''.