Sentencia Penal Nº 956/2003, Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, Rec 254/2002 de 26 de Junio de 2003

El TS desestima el recurso de casación interpuesto por el recurrente, contra la sentencia que le condenó por delito de estafa. Manifiesta la Sala que el acusado se amparó en la relación de amistad, aunque fuera superficial, con uno de los dos socios y con un hermano del otro socio para convencerlos de la realidad de las gestiones comerciales que afirmaba estar llevando a cabo en el mismo sector comercial a que éstos se dedicaban; afirmó haber solicitado una póliza de crédito para esos gastos, y aseguró necesitar una pequeña cantidad, 385.000 pesetas, solo para un corto plazo de tiempo, pues se comprometió a devolverla al día siguiente. Esta maquinación supone una puesta en escena que, unida a las relaciones familiares y amistosas de las que se aprovecha, y al hecho de que los perjudicados no pretendían ninguna ventaja con su acción, sino prestar ayuda a quien se presentaba como una persona de confianza, constituye un engaño que, en atención a las circunstancias del caso, puede considerarse bastante a los efectos del artículo 248 del Código Penal. La frase / "el incierto el motivo expuesto ya que el acusado no tiene actividad lícita algún") que el recurrente designa como originadora de la predeterminación prohibida, se trata de una expresión que describe una realidad fáctica tal como la ha entendido probada el Tribunal, mediante el empleo de palabras y expresiones accesibles para cualquier ciudadano medio.