Sentencia Social Nº 261/2004, Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sala de lo Social, Sección 2, Rec 5784/2003 de 23 de Marzo de 2004

El TSJ confirma la improcedencia del despido de trabajador actor, declarado en la instancia, al desestimar los recursos interpuesto por las partes litigantes. Declara la sala que, aun siendo la conducta del demandante, respuesta a un quizá no bien entendido exceso de celo profesional, carece de la entidad suficiente para generar el despido, ya que el tono desabrido utilizado es molesto para los subordinados mas no alcanza el calificativo de vejatorio, y el comentar que alguno de éstos era un incompetente o inútil cuando no identificó a quienes iba dirigida su opinión, aun inadecuada por esa su imprecisión no puede constituir una ofensa grave capaz de amparar la sanción impuesta, con independencia de que hubiera sido o no antes objeto de una llamada de atención, la que sólo sería posible si la patronal lo conocía, quedando al arbitrio y prudencia del ésta hacerla o no. En cuanto al recurso interpuesto por la empresa demandada, razona la Sala que, dado el tenor de la cláusula contractual el actor tiene derecho al mínimo garantizado, muy superior al importe que de acuerdo con el art. 56.1 E.T. le correspondería, y en tal mínimo se incluyen todas las consecuencias económicas correspondientes a la injustificada rescisión del contrato, no siendo ocioso poner de relieve la hoy inconcusa doctrina jurisprudencial que atribuye naturaleza indemnizatoria a los salarios de tramitación.