Según la UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), unos 1.200 comercios han tenido que echar el cierre desde comienzos de año debido a la finalización de los contratos de renta antigua.

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos estima que en este comienzo de año, hay 2.471 comerciantes autónomos más que han cerrado sus puertas respecto al mismo periodo de 2014, siendo la mitad de ellos a causa del fin de la renta antigua.

El cierre de estos comercios se produjo con el término de la moratoria de veinte años que establecía la Ley de Arrendamientos urbanos , que se produjo el 31 de diciembre de 2014.

La mayor parte de los locales que tuvieron que cerrar se encuentran ubicados en Andalucía, donde se registraron 357 casos, seguidos de los 196 de Madrid y de Valencia con 136 casos.

Un importante número de comercios ha decidido seguir con su actividad, ya sea porque los propietarios no les han notificado el cambio en las condiciones de la renta o porque los inquilinos de los locales se han opuesto a ello. Cada caso se encuentra en momentos procesales distintos, que se irán solucionando durante el transcurso del año. En otros casos, arrendadores y arrendatarios se han puesto de acuerdo para evitar un conflicto dañino para ambas partes, ya que normalmente a los propietarios les conviene conservar a los inquilinos.