Contrato de negocio jurídico entre sociedad y administrador único por el que se le atribuye una nómina por ejercitar funciones ajenas al cargo de administrador

Al administrador de una sociedad  se le puede asignar una retribución cuando desempeña otras funciones independientes a su cargo de administrador. No obstante, la remuneración se percibirá o bien a través de una nómina, si se trata de una entidad de carácter empresarial (por ejemplo: una fábrica de ladrillos), o bien emitiendo factura a la sociedad, si se trata de una entidad de carácter profesional (por ejemplo: un despacho de abogados).

En una entidad de carácter empresarial (como la que se ilustra en el siguiente modelo), las remuneraciones que perciba el administrador por funciones ajenas a su cargo serán consideradas rendimientos del trabajo, sobre los que se aplicarán las oportunas retenciones, según las tablas generales del IRPF. En la nómina deberá especificarse el puesto de trabajo a desempeñar por el administrador (por ejemplo, director de compras, de marketing... etc.) sin aludir al cargo de administrador, ya que son dos funciones independientes.

A los efectos de lo expuesto, es preferible que los estatutos sociales recojan que el cargo de administrador es retribuible (siendo la remuneración anual decisión de la Junta General).

La Seguridad Social no exige contrato alguno que se asemeje a uno hipotético para solventar la problemática del administrador que desempeña funciones ajenas a dicho cargo.

No se trata de un contrato de alta dirección, sino que lo que tenemos es un contrato privado donde se especificarán y se delimitarán muy bien todas las funciones que el administrador desarrollará al margen de las  que le corresponden como tal, y la remuneración que percibirá por aquellas. El siguiente modelo ilustra un ejemplo del contenido y la forma del referido contrato.