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Última revisión
11/03/2021

Prevención de riesgos laborales en el sector del comercio al por menor

Tiempo de lectura: 8 min

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Estado: VIGENTE

Orden: laboral

Fecha última revisión: 11/03/2021


Este sector está formado por muchos tipos de trabajo distintos, en diferentes entornos: pequeño comercio, hipermercados, grandes almacenes, etc., donde el trabajador desarrolla muy distintas funciones: atención al público, reponedor, repartidor, vendedor, limpieza, etc., en condiciones de trabajo muy específicas. Y cada tipo de establecimiento tiene sus propios riesgos.

 

 

Riesgos laborales que pueden darse en el comercio al por menor y sus medidas preventivas

Este sector está formado por muchos tipos de trabajo distintos, en diferentes entornos: pequeño comercio, hipermercados, grandes almacenes, etc., donde el trabajador desarrolla muy distintas funciones: atención al público, reponedor, repartidor, vendedor, limpieza, etc., en condiciones de trabajo muy específicas. Y cada tipo de establecimiento tiene sus propios riesgos.

Eso hace que estos trabajadores se encuentren expuestos a una gran diversidad de riesgos laborales, en gran parte comunes a los del trabajo en oficinas.

Veamos algunos riesgos asociados a determinadas tareas:

a) Dependientes de comercio minorista: mueven grandes cantidades de productos empaquetados en cajas de cartón de diversos pesos (descarga manual y traslado en ocasiones), lo cual es causa de trastornos musculoesqueléticos; ponen precio a los productos y los colocan en las estanterías, lo cual somete a un gran esfuerzo la espalda, las piernas y el cuello; las etiquetadoras provocan fácilmente el síndrome del túnel carpiano y otras lesiones por esfuerzo repetitivo en muñeca, dedos y palma de la mano. abren cajas con cúter o similares, lo que conlleva el riesgo de sufrir cortes, además del esfuerzo. En este sentido, las medidas que pueden resultar de aplicación, son: carretillas elevadoras motorizadas y manuales y dispositivos de ese tipo para mover artículos de una parte a otra de un centro comercial; mesas de ruedas, gatos de tijera y carros de mano que ayudan a elevar y colocar los productos en las estanterías; etiquetadoras automáticas y productos etiquetados en fábrica; cuchillas bien afiladas, etc.

b) Uso de cajas registradoras y manipulación de cargas: los trabajadores deben utilizar un teclado numérico miles de veces al día para marcar el precio del artículo, levantar productos pesados, estirarse en exceso para alcanzarlos o girar con frecuencia el cuerpo para moverlos de un sitio a otro, con los consiguientes dolores y lesiones dorsolumbares o por movimientos repetitivos como tendinitis, síndrome del túnel carpiano, tenosinovitis, síndrome de la salida torácica y problemas en la cadera, piernas y pies. En este caso, las medidas preventivas van orientadas hacia puestos de trabajo bien diseñados, con escáner automáticos, cintas transportadoras flexibles elevadas, consolas bajas para las bolsas, personal extra para meter los productos en bolsas y asientos flexibles.

c) Uso de láser: los lectores de códigos de barras y los escáneres de mano de los supermercados son normalmente equipos láser de clase 2 que emiten radiación infrarroja en la longitud de onda 760 a 1.400 nm; no se consideran peligrosos si no se mira el haz de láser durante mucho tiempo, pero todo láser emite una luz intensa que puede dañar la retina. En este sentido, conviene otorgar formación a los trabajadores y realizarles reconocimientos oculares.

d) Carniceros y charcuteros: las sierras, afiladores, máquinas de cortar y cuchillos sin proteger o que se atascan o sueltan, pueden amputar dedos y producir cortes, aplastamientos y contusiones; cuando la carne se pesa de forma mecánica y se empaqueta en bandejas de poliestireno con una película de plástico termosoldada, los vapores y gases que emanan del plástico caliente pueden causar “asma del empaquetador de carne e irritación de ojos, nariz y garganta, dificultades respiratorias, dolores en el pecho, escalofríos y fiebre; entrada y salida constante de cámaras frigoríficas; caías, resbalones y tropezones por suelos resbaladizos por la presencia de carne, grasa y agua.

Como medidas de prevención, pueden llevarse a cabo algunas de las siguientes: máquinas debidamente ancladas al suelo, mantener las cuchillas limpias de restos; desatascar las máquinas atascadas con instrumentos de madera una vez desconectadas; mantener los cuchillos afilados y los mangos limpios para que no resbalen; montar el equipo de ventilación local por extracción (VAL) cerca del elemento calentador, de forma que los vapores se expulsen fuera del lugar de trabajo; la ropa de trabajo debe incluir prendas preparadas para el trabajo cámaras frigoríficas; separar con cuidado el material de desecho y mantenerlo fuera de las superficies de paso; limpiar diariamente y cuando se ensucien las esteras del suelo.

e) Exposición a sustancias químicas: los trabajadores del comercio minorista están cada vez más expuestos a sustancias químicas peligrosas procedentes de productos de limpieza, plaguicidas, raticidas, fungicidas y conservantes; los trabajadores de ferreterías, tiendas de repuestos de automóviles y otros, por almacenamiento de pinturas, disolventes, ácidos, productos cáusticos y gases comprimidos.

La peligrosidad o toxicidad de las sustancias químicas varía en función de la naturaleza de los productos que se almacenan en cada establecimiento y no siempre se consideran peligrosos, si bien muchas veces producen sensibilidad y desarrollo de alergias, como es el caso de los perfumes pulverizados como demostración o los productos de limpieza que se usan para limpiar el propio supermercado o comercio.

En este caso, como medidas de seguridad, destacan las siguientes: disponer la información sobre seguridad de las sustancias químicas en el lugar de trabajo a disposición de los trabajadores; envases de productos químicos con etiquetas con el nombre del producto, información sobre efectos en la salud y equipo protector que debe utilizarse para evitar enfermedades; formación de los trabajadores; instalación de un circuito de ventilación por extracción para alejar el aire contaminado de los trabajadores del comercio minorista en puestos: no pulverizar plaguicidas, raticidas o fungicidas de forma indiscriminada en presencia de personas y mantener a todo el mundo alejado de las zonas tratadas hasta que resulte seguro volver a ellas y formar a los encargados de aplicar tales productos; instalar sistemas mecánicos de ventilación en edificios herméticos; mantener sanitarios, lavabos y lugares para beber en condiciones higiénicas y con agua corriente limpia, jabón y toallas; inculcar en los empleados el hábito de lavarse bien las manos después de utilizar los servicios y antes de volver al trabajo; suministrar agua potable fresca y limpia en toda la zona de trabajo; recoger la basura con regularidad.

f) Climatología: en los mercados al aire libre, cajeros de supermercado, los trabajadores están expuestos a los elementos, al calor y el frío y a las corrientes de aire. Como medida, se pueden colocar cortinas de aire delante de las puertas que dan al exterior.

g) Prevención de incendios: los establecimientos minoristas están expuestos a numerosos peligros en caso de incendio. Para evitarlos, se recomienda: formar a los trabajadores; extintores adecuados, inspeccionados regularmente y en buen estado; realizar simulacros de incendios.

h) Estrés: en el sector del comercio minorista es habitual cambiar los contratos a jornada completa por otros a tiempo parcial, lo aumenta el estrés en el trabajo y obliga a muchos trabajadores a buscar otros empleos; muchos centros comerciales abren las 24 horas del día y todos los días del año, lo que impone turnos de trabajo incompatibles con la vida social normal, lo cual provoca insomnio, alteraciones gastrointestinales, dolores de cabeza y depresiones; cambiar de turno, trabajar durante las vacaciones y a tiempo parcial provoca estrés emocional y físico; la vida familiar normal se ve gravemente comprometida y la vida social reducida; el trabajo hasta altas horas de la noche conlleva sensación de inseguridad personal y temor a robos y otras formas de violencia durante el trabajo. 

Como medidas aconsejadas para evitar el estrés, se recomienda reducir el manejo de dinero, trabajar solo o hasta muy avanzada la noche; revisión periódica de las medidas de seguridad; favorecer el trabajo a tiempo completo.

i) Violencia/Atraco: el atraco es un acto delictivo que conlleva un riesgo tanto para la vida y la integridad física del trabajador como para su salud mental, por lo que será un riesgo a tener en cuenta dado el trabajo con dinero, objetos valiosos, de cara al público, en solitario o lugares apartados.  En este sentido, se manifiesta la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia n.º 3125/2017, de 16 de mayo, ECLI:ES:TSJCAT:2017:3927 , que indica que no procede indemnización por daños y perjuicios en caso de atraco si la empresa ha adoptado las medidas de seguridad a su alcance. En este caso, a juicio del TSJ, el atraco se considera como fortuito por no existir nexo causal entre el mismo y la falta de medidas de seguridad, adquiriendo especial importancia que la empresa tuviese evaluado el riesgo de atraco con medidas preventivas como la falta de acceso al dinero o medidas de seguridad en la garita. Entendiéndose, la agresión al trabajador producida de camino a su vehículo al cierre del turno, como un caso fortuito.

Como medidas para prevenir los atracos, se recomienda colocar los artículos de valor fuera del alcance de los clientes; asegurarse de que en las cajas hay la cantidad mínima de dinero, buena visibilidad e iluminación en el centro, fijar instrucciones y protocolos de actuación para prevenir el atraco; realizar un registro de incidentes -no solo de atracos- con el fin de prevenir la repetición de los mismos y, proporcionar apoyo psicológico mediante especialistas después de sufrir un atraco o acto violento.