La Responsabilidad Social Corporativa

En el sector empresarial, actualmente está cada vez más extendido pensar que es necesario incorporar la Responsabilidad Social Corporativa (a partir de ahora RSC) por razones de imagen, éticas, exigencias de los mercados externos o porque mejora la gestión y la rentabilidad. La RSC es un nuevo instrumento que ha nacido fruto de la globalización. Con ellas se pretende mejorar la imagen de las empresas corporativas, frente a las comunidades, ante los  desmanes éticos que muchas empresas cometen hoy en día.

La Responsabilidad Social Corporativa es una nueva estrategia corporativa que supone un compromiso de las empresas, utilizando los recursos de modo sistemático, para respetar y promover los derechos de las personas, el crecimiento de la sociedad y el respeto del medio ambiente. Se trata de acciones cuyo fin es el beneficio de todos los actores implicados en las actividades empresariales. Se trata de un concepto de creación reciente. Supone que las empresas se deben comportar de de acuerdo con los ciudadanos, asumiendo una serie de obligaciones y cargas a mayores de las que ya impone la propia Ley o el resarcimiento de los daños causados a terceros.

También podemos definirla como la forma de conducir los negocios de una empresa, de tal modo que esta se convierta en co-responsable por el desenvolvimiento social. Una empresa socialmente responsable es aquella que posee la capacidad de escuchar los interese de las diferentes partes (accionistas, empleados, prestadores de servicios, proveedores, consumidores, comunidad, gobierno y medio ambiente) e incorporarlos en el planeamiento de sus actividades, buscando atender las demandas de todos ellos y no únicamente de los accionistas o propietarios.

En todo caso no existe una definición única en de Responsabilidad Social Corporativa, sólo en líneas generales y superfluas, pero su concreción depende de la cultura y religión de cada sociedad. Actualmente carece de legislación, por nacer al margen del Derecho en España. Sin embargo, en otros países se ha regulado la forma de informar de las empresas de sus actividades medioambientales y sociales e incluso, en algunos casos, se impone como una obligación de las grandes empresas. 

Así, en líneas generales podemos observar tres dimensiones en la Responsabilidad Social Corporativa. En primer lugar nos encontramos con la sociedad, que constituye el entorno en el cual se desarrolla y se llena de significado el concepto de RSC. Actualmente la sociedad se basa en el respeto a la pluralidad y a los derechos y libertades individuales, así como a la limitación de poder tanto de poderes públicos como privados.

El segundo elemento es la responsabilidad. Esta responsabilidad exige ir más allá en la protección que establecen las regulaciones sociales y medioambientales. Es necesario cumplir, como base, la legislación vigente para, posteriormente, adquirir un compromiso mayor de la empresa con el ámbito social y medioambiental.

Por último, es necesario la existencia de una empresa, pues son estas entidades quienes, en el desarrollo de su actividad empresarial, deben asumir dichos compromisos. Así, en la RSC se plasma en el respeto al medio ambiente, prescindiendo de realizar prácticas que, aun siendo legales en el país en el que se desarrollan las actividades empresariales, causan importantes daños al medio ambiente. También se manifiesta con los trabajadores, procurando un trabajo digno tanto a sus trabajadores como a los subcontratados, evitando el trabajo infantil, el acoso laboral y los abusos de posición y de dominio.

Se trata de una forma de acción social duradera que establece conexiones necesarias entre la RSC y la organización interna y externa de la empresa, pues se busca mejorar el entorno. Así, la sociedad se involucra en la comunidad local donde desarrolla sus actividades, invirtiendo en infraestructuras, creando puestos de trabajo, apoyo al desarrollo económico. Además debe tomar una profunda conciencia sobre la frágil situación en el que se encuentra actualmente el medio ambiente.