Sentencia Administrativo Tribunal Supremo, Sala de lo Contencioso, Sección 2, Rec 1030/2007 de 28 de Febrero de 2011

En relación a la deducción de las cuotas de IVA repercutido a la recurrente con motivo de un contrato de arrendamiento financiero la Sala considera que se le ha repercutido un impuesto que no ha podido deducirse, en contra del principio de neutralidad que preside dicho tributo y del carácter central que en su mecánica ostenta el derecho de los sujetos pasivos a deducir las cuotas devengadas, repercutidas y soportadas. Las formalidades para el ejercicio de dicho derecho no pueden interpretarse de modo que lo hagan imposible o dificulten. Repercutido inicialmente el tributo (en un solo acto) en diciembre de 1987, la recurrente lo dedujo en plazo en la autoliquidación correspondiente a dicho periodo, criterio que la Administración rectificó al considerar que, tratándose de una prestación de servicios y no de una entrega de bienes, las cuotas debían repercutirse y deducirse semestralmente, al ritmo al que eran pagadas las rentas del arrendamiento financiero. Disconforme con tal criterio, la citada compañía lo recurrió, primero en la vía económico-administrativa y después en la jurisdiccional, hasta que este Tribunal lo ratificó en sentencia firme. En 1987 dedujo en tiempo la cuota repercutida y cuando lo hizo en 1998 ateniéndose a los criterios de la Administración, estando aún pendiente de resolver la controversia sobre aquella primera deducción, no había caducado su derecho a practicarla. El único límite operativo al ejercicio de ese derecho es el del plazo de prescripción.