Las acciones de la sociedad anónima

La conexión estrecha entre acción y sociedad anónima se descubre cuando la Ley afirma que aquella es una parte alícuota del capital de ésta (art. 90 de LSC ).

No obstante, la acción ha sido tradicionalmente además un título al que se le incorpora la condición de accionista, representando de tal manera su participación en el capital social, y permitiéndole la transmisibilidad con facilidad de dicha participación mediante mediante la transmisión de la acción.

Este es uno de los secretos del éxito de las sociedades anónimas, por cuanto que es muy fácil la transmisión de la cualidad de socio y con ello la participación en el capital.

La acción cumple varias funciones fundamentales:

• Es un instrumento para reunir capital con el fin de realizar una actividad económica.
• Sirve para ejercitar los derechos sociales.
• Permite transmitir fácilmente la participación económica de un sujeto en una empresa determinada.

El capital social de la empresa se divide en acciones, tal y como establece el art. 1 de LSC , representando éstas partes alícuotas, indivisibles y acumulables del capital social (art. 90 de LSC ).

A mayor valor de las aportaciones del socio, mayor número de acciones recibirá, mayor será la participación en la sociedad del aportante y con mayor intensidad ejercerá los derechos sociales.

En este sentido dispone el art. 96.2 de LSC que “no podrán emitirse acciones que de forma directa o indirecta alteren la proporcionalidad entre el valor nominal y el derecho de voto o el derecho de preferencia”.